
Aquí me tienen de nuevo. Tras varios días de una inevitable desaparición, he de confesar que sí, he vuelto a pecar. He vuelto a sacrificar horas del tan preciado sueño en estas fechas para volver a mi rincón, para volver a mi pequeño haz de luz que por las noches me sirve de cobijo y de libertad. Hoy recurro a maestros de la música como Phil Collins o Eric Clapton, entre otros, para guiarme a través de un nuevo sendero, esta vez más pesimista que nunca. De lejos viene una ligera brisa fresca a modo de tregua tras el húmedo y caluroso día que ha hecho. De fondo, a pesar de la música, los últimos coches rezagados vuelven a casa; otros salen para empezar su turno. Una jornada que empieza y termina al mismo tiempo. Para mí termina la jornada de una persona normal y corriente; a su vez, comienza a desprenderse de mi cuerpo el verdadero "yo".
Hace ya mucho tiempo que me planteo seriamente un tema que me ronda la cabeza sin cesar, unos cuervos que revolotean ansiosos de carnaza por los cielos de mi esperanza y cuyo graznido no me deja oir la voz de un más allá prometedor que, sin duda, estará más cerca de lo que pienso. Sin embargo, he llegado a tal grado desesperación que ya no se discernir entre lo que está cerca y lo que está lejos, simplemente, porque no sé dónde estoy. Estos cuervos, no sé cómo, pero cada vez son más.
Hoy quiero hacer mención a una cuestión bastante normal entre las personas que todavía están buscando su huequito en esta vida y sentirse vivos. ¿Nunca se han sentido como si su curso vital hubiera perdido totalmente el rumbo? Es duro sentirse así. Es tremendamente inhumano que un sentimiento como tal pueda apoderarse del cuerpo y la mente de una persona para calcinar todo rastro de vida en su interior. Una llamarada que te va comiendo poco a poco, sin darte siquiera cuenta. Para cuando eres consciente de ésto, ya toda tu vida ha sido deforestada. Ni un sólo árbol en pie. No sólo has perdido el rumbo, también te has olvidado tu punto de partida. No sabes qué hacer. Te desesperas, te resignas y acabas resguardándote entre el tímido abrazo de las teclas del teclado de tu ordenador. Lo único que ves claro es el brillo del ordenador y porque lo tienes delante de los ojos.
¿No han sentido en sus propias carnes el mareante girar de las agujas de su brújula personal? Hoy bien. Mañana no tanto. Pasado peor. Cansado de palo tras palo, de repente te llega un atisbo de alivio. Una especie de Mesías que no es más que otro lobo con piel de cordero. Te hundes si cabe aún más. Sin embargo, los seres humanos somos tan optimistas, o masoquistas según como se mire, que por muy mal que nos vaya siempre tratamos de buscar el lado bueno a todo. Una esperanza que alomejor no fructifica tras más de un año de tanto sembrar y lo único que salen son malas cosechas motivadas por una mala elección de las semillas; o se producen inundaciones repentinas por el inevitable derrumbe que sufro a veces en el abrigo de mi cama; o, directamente, no hay semillas para comprar.
Como dijo el profesor de universidad estadounidense Randy Pausch en su última clase tras conocer de mano de sus médicos que estaba enfermo de cáncer terminal, "ocúpate de vivir de forma adecuada y los sueños vendrán a ti por sí solos", es lo que intento cada día nada más levantarme. Intento que cada día de mi vida se convierta en diferente, en único. Lo intento con todas mis ansias pero me falta lo esencial: una ilusión por la que vivir. En esta época que he vivido en la que ha habido bastantes desengaños por parte de gente que pensé que siempre estarían ahí, me he olvidado por completo de lo que era la vida, he perdido mi identidad y sólo soy una vulgar sombra de lo que me caracterizaba años atrás. Cuando yo creía que todo empezaba a ir bien, terminó por ser un punto irreversible del que no puedo salir.
No sé qué hacer. Me debato entre la cobardía de la rendición y la valentía de la lucha. Entre la retirada o el refuerzo de mis soldados. Me haces falta tú pero no sé ni quíen eres; no sé ni siquiera si existes, si respiras mi mismo aire o, por contra, me haces suspirar. Sigo esperando ese día en el que aparezcas y hagas desaparecer todos mis miedos e incertidumbres. Sacar lo mejor de mí. Sé que todavía puedo reencontrarme y que no todo está perdido. Sé que contigo es posible. Sólo tienes que marcarme un punto cardinal y hacia allá partiré. Masoquista que soy.

3 comentarios:
Ciao
Profundo texto sobre el dilema de luchar x vivir con la esperanza de encontrar un objetivo claro k todo ser humano ha de tener para deambular x este recorrido de orportunidades k llamamos vida o tirar el rey ante la perdida de algun k otro peon y limitarse a vivir de sueños y recuerdos sin la esperanza de hacerlos realidad.
Como dijo alguien, "DIOS no t habria dado la oportunidad d soñar si no t hubiera dado tb la capacidad d hacer realidad esos sueños"
Despierta!!!, olvida esos recuerdos melancolicos, aprende del pasado, VIVE el presente con la ilusion de mejorar el futuro.
No pierdas jamas la experanza, motivo de anhelo para VIVIR con la ilusion de buscar el sendero adecuado entre lo desconocido, sin duda, un gran y dificil reto, pero k a la postre, tendra su recompensa directamente proporcional.
Animo!!! en tu lucha particular dnd no estas solo.
Ciao.-
Hola primo,
Siempre te comento lo que me ha parecido tu discurso por mesenger después de le leerlo, hoy prefiero dejarte un comentario aqui.
Como de costumbre me gustó mucho, solo que siempre me deja un sabor desolador y siento mucha pena debido a la conclusión que saco al final. Una clusión que me dice que buscas algo o alguien que te de ilusión por vivir acaso la vida misma y el dia a dia no es ya una ilusión?.
Te voy a dedicar unos versos de Antonio Machado, que se de memoria y que en épocas de anhelo suelo recitar para mis adentros ya que consiguen despertar la otra Rita luchadora que hay en mi.
Caminate, son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
solo estelas en el mar.
Primo el camino es lo que andas buscando, verás que encuanto empieces a caminar comenzarás a crearlo. Y olvidas las antiguas estelas.
Por cierto que peli quieres ver en el cine? jeje
Te quiere, tu prima Besitos.
Pff... sin ninguna duda, lo mejor que has escrito hasta ahora, al menos para mi gusto.
Tal vez tan sólo me lo parezca por sentirme identificada con cada palabra que escribes, porque yo pienso igual... y porque ambos somos así de optimistas.. a expensas de esos palos y desilusiones a los que, sin tregua, nos vemos sometidos casi a diario...
Triste es vivir sin una ilusión. No deja de ser cierto que por el "simple" hecho de poder abrir los ojos cada día y ver amanecer, deberíamos sentirnos ya llenos de felicidad. Sin embargo, de qué vale poder levantarte cada día ilusionada por esa oportunidad de ver salir el sol..., de saber que, quizás, hoy será el día en que todo cambie... si siempre termina quedándose en eso, una simple y estúpida ilusión.
Y al no ver a "esa persona" que esté ahí para cogerte de la mano y recorrer contigo ese sendero.., o simplemente, para estar sentado junto a ti, respirando el mismo aire que tú respiras, acompañándote en tus mismos sueños... Toda posible ilusión, desaparece.
Pero como buena pesimista-optimista que soy..... añadiré que algún día esa persona se sentará a nuestro lado, y llenos de esa felicidad y plenitud que tanto ansiábamos, recordaremos estos momentos de desesperación e inquietud como una prueba más de esta maravillosa vida.
Te quiero,
Gema.
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